Basta con pensar en un “Jardín” gigantesco. Lo invito a que lo corrobore, pues se encuentra enclavado en el norte de la sierra poblana. Si es amante de la naturaleza, pero además le gusta el senderismo y la aventura no se va a arrepentir pues el Pueblo Mágico de TLATLAUQUITEPEC ofrece a todo aquel que lo visita emoción, hospitalidad y su característica principal es que es rico en cultura, tradición, música y arte.
Tlatlauquitepec es un vocablo que proviene del náhuatl: Tlatlahui significa colorear y tepetl cerro. Es decir “Cerro rojo o enrojecido”, representado majestuosamente por “El Cerro Cabezón” ya que se colorea el valle a la distancia con los primeros rayos del sol, dándole un toque mágico.
Fue habitado en sus inicios por el pueblo Olmeca, posteriormente por los Toltecas hasta que llegó la conquista y evangelización por franciscanos, quienes edificaron en 1531 el convento de Santa María de la Asunción.
Cabe mencionar que fue el primer convento de paso en América y uno de los mejores conservados en todo México, su techo de 4 aguas se divide en tres cuerpos: tiene 32 arcos labrados en cantera rosa extraída de Chignautla, con un estilo gótico con ornamentación franciscana y en su patio central una fuente labrada con piedra que elaboran los metales. A su vez conocer el santuario del Sr. de Huaxtla construido en 1701 donde se lleva a cabo la semana santa, (venerando a un Cristo del siglo XVII) llena de colorido y religiosidad representada por los danzantes Tocotines bailando con castañuelas.
Recorrer las calles coloniales del pueblo es toda una delicia, así como visitar su plaza de Armas. Desde ahí se tiene una vista espectacular del “Cerro Cabezón” y aquí mismo se lleva a cabo desde la época prehispánica el “Tianguis” con la venta de productos de la región destacando las artesanías como lo son las cesterías, orfebrería, juguetes de madera, cera floreada etc.
También la gastronomía hace presencia en este sitio, degustar los tlayoyos, el pipián, las delicias de las carnes ahumadas, los dulces como el higo cristalizado, los gaznates, las cocadas, y el jamoncillo no se pueden evitar y para la digestión, un licor de fruta regional.
Los lugares imperdibles en Tlatlauquitepec son: si gusta del senderismo subir al cerro “Cabezón” el cual cuenta con muchas cuevas y se puede practicar el rappel, la tirolesa y el campismo.
La presa “La Soledad” en donde se disfruta de los toboganes, explorar las rocas gigantes, y practicar el cañonismo. La “Cascada de Puxtla” cuya caída de 70 metros de altura y esta a su vez se divide en 2 pequeñas de 40 cada una, lo dejaran extasiado por su belleza y por supuesto se llevará la mejor “selfie” para presumir. Además aquí podrá practicar el rappel.
En la “Cueva del Tigre” disfrutará de las formaciones naturales de las estalagmitas y estalactitas, así como un río subterráneo en donde podrá practicar el espeleobuceo.
Para este tipo de actividades recomendamos llevar siempre zapato cómodo, si se puede calzado acuático; un cambio de muda, agua y lunch. Deberá considerar que el clima es cálido-húmedo, así que no dude en sentirse como en las nubes ya que aves como garzas y gavilanes lo sorprenderán en parvadas, así que a disfrutar al máximo de esta aventura inigualable.
Tlatlauquitepec se localiza a 137 km. de Puebla por la carretera federal 129 que va hacia Amozoc e Ixtenco. En cuestión de hospedaje hay para todos los bolsillos.