Fundada en 1272 y enclavada en la sierra de Oaxaca al sur del estado, dentro de la región de la costa situada a 249 kilómetros de la capital del estado, y siendo la quinta manifestación católica en el país, es un pueblo que cada 8 de diciembre se viste de fiesta para celebrar a la virgen de la Concepción, cabe señalar que dichas manifestaciones religiosas comienzan con la Virgen de Guadalupe, seguida de la Virgen de San Juan de los lagos, Jalisco, el Niño de Atocha en Zacatecas y el señor de Chalma en el estado de México.
Un poco de historia.
La Virgen de Juquila perteneció a Fray Jordán de Santa Catalina, quien evangelizó a la población; posteriormente fue donada a un indio natural llamado Antonio Anastasio de Amialtepec, devoto de María quien en ese entonces permitió que fuera invocada tal y como le enseñó el fraile para resolver las necesidades del pueblo.
Cuenta la historia que el jacal del indio se incendió quedando la virgen intacta y así fue como inició la devoción. El cura de la época, Don Jacinto Escudero, opinó que se trasladara al templo en donde la devoción creció y los peregrinos aumentaron considerablemente.
Otro de los sucesos importantes que acontecieron en 1633 es que, al hacer la quema de monte, las llamas se salieron de control quemado casi toda la comunidad, incluyendo al templo, pero con admiración la población vio que la virgen estaba impecable; solo un poco ahumada.
En 1793 se creó el primer templo en su nombre siendo de estilo arquitectónico del siglo XVI, posteriormente en los años 1931, 1955 y 1999 hubo en la zona 3 terremotos en donde el templo fue dañado en su totalidad. Sin embargo, la virgen quedó intacta, estos sucesos inexplicables han hecho que hasta nuestros días la fe y la devoción hacia la virgen de Juquila sean cada vez más intensos.
Juquila significa en náhuatl “lugar del quelite azul”
En Juquila se puede conocer “El pedimento”, es una capilla de reflexión y meditación; “El Santuario” de la Virgen, pero en la actualidad está el acceso restringido para las caravanas religiosas y al turismo religioso por Covid.
En Amialtepec, pueblito situado a 45 minutos de Santa Catarina de Juquila se encuentra la “Cascada de la Virgen” con una pendiente de 30 metros aproximadamente. Ahí se localiza la “cuevita” en donde mucha gente dice haber visto a la virgen; las Cascadas de Chorro Conejo y Siete Honduras.
En cuanto a sus artesanías encontrará artículos de carrizo y jícaras de diversos tamaños y formas, figuras talladas en madera, así como infinidad de artículos religiosos.
Y en cuanto su gastronomía destaca, el dulce de Jamoncillo, enchiladas, mole, chocolate y el exquisito pan de yema.
Un lugar paradisiaco que merece ser descubierto si aún no lo conoce, pero ya tuvo oportunidad de visitarlo, siempre habrá nuevas cosas por descubrir.
En Juquila su gente lo espera para hacer de su visita una experiencia inolvidable.