La empresa sólo tenía permisos para pavimentar los alrededores del parque principal.
La inversión de 137.5 millones de pesos para renovar el rostro de la Plaza Grande de Mérida, la capital yucateca, tiene un tropiezo. Resulta que la empresa constructora solo tenía permisos para pavimentar los alrededores del parque principal. Es decir que el resto fue por iniciativa o capricho de la administración que va de salida. Sin embargo, la pregunta es porqué el INAH dejó transcurrir los trabajos hasta que ahora, por alguna razón, tomó la decisión de suspender las obras?
Seis especialistas del Centro INAH Yucatán, entre arquitectos y abogados, acudieron ayer miércoles después del mediodía, y realizaron un recorrido de supervisión por los trabajos de la Plaza Grande de Mérida.
El resultado fue que levantaron un acta por incumplimiento en varios rubros y determinaron la suspensión definitiva de los trabajos.
Pero los “especialistas” del INAH no estaban solos, fueron acompañados por cuatro personas del Gobierno del Estado.
El motivo de la suspensión fue que la empresa encargada de los trabajos de la Plaza Grande no presentó ante el INAH los proyectos para las tareas de remozamiento.
En un inicio el Gobierno del Estado anunció con bombo y platillo que en el proyecto se incluía una fuente en el centro de la Plaza Grande, pero el INAH lo rechazó.
La empresa encargada de los trabajos no contaba con los permisos correspondientes para las modificaciones, adecuaciones, construcción y colocación de bancas, luminarias, jardineras y de más elementos arquitectónicos en el área de la Plaza Grande, lo cual obligó al INAH a suspender definitivamente los trabajos.
Trascendió que la decisión de suspender los trabajos se decidió hace unos días después de un proceso jurídico que comenzó el centro INAH Yucatán, al percatarse de que seguían realizando trabajos no autorizados, como la colocación del asta bandera.
Asimismo trascendió que, debido a que, hasta este momento los encargados de los trabajos de la Plaza Grande no acreditaron ningún permiso ni algún proyecto autorizado previamente por el INAH Yucatán, la dirección que preside la arqueóloga Anna Goycoolea Artís tomó la determinación de que los seis representantes del INAH acudieran in situ a la Plaza Grande, para constatar las irregularidades y trabajos no autorizados para la suspensión de la obra que, según se había difundido por el Gobierno del Estado, quedaría concluida en este mes de agosto.
Previo a retirarse del lugar, representantes jurídicos del INAH le entregaron un citatorio a representantes del Gobierno para explicar dichas irregularidades.
Hasta el momento se desconoce cuánto tiempo estará suspendida la obra. Sin embargo, el lector se pregunta: impunidad o sorpresa.
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